La lista que aquí se presenta a continuación es la de las personas que supuestamente han sido los Grandes Maestres del Priorato:
Jean de Gisors (1188-1220)
Marie de Saint-Clair (1220-1266)
Guillaume de Gisors (1266-1307)
Edouard de Bar (1307-1336)
Jeanne de Bar (1336-1351)
Jean de Saint-Clair (1351-1366)
Blanche d'Évreux (1366-1398)
Nicolas Flamel (1398-1418)
René d'Anjou (1418-1480)
Yolande de Bar (1480-1483)
Sandro Botticelli (1483-1510)
Leonardo da Vinci (1510-1519)
Charles de Bourbon (1519-1527)
Ferrante Gonzaga (1527-1575)
Ludovico Gonzaga (1575-1595)
Robert Fludd (1595-1637)
Johann Valentin Andreae (1637-1654)
Robert Boyle (1654-1691)
Isaac Newton (1691-1727)
Charles Radclyffe (1727-1746)
Charles Alenxadre de Lorraine (1746-1780)
Maxilian Franz von Habsburg-Lothringen (1780-1801)
Charles Nodier (1801-1844)
Víctor Hugo (1844-1885)
Claude Debussy (1885-1918)
Jean Cocteau (1889-1963)
jueves, 15 de noviembre de 2007
Priorato de Sion
El Priorato de Sion es el nombre de una supuesta sociedad secreta, que según la creencia de los que apoyan su existencia desde la antigüedad, es considerada la más influyente en la historia occidental. Esta orden fue fundada en realidad por Pierre Plantard el 20 de julio de 1956, según consta en el Boletín Oficial de la República Francesa número 167, página 6731; caracterizándose por sus tintes rosacrucianos modernos
No confundir con la Orden de Sión, fundada por los templarios; del cual el priorato pretende indicar ser sucesor de ésta.
Al analizar la historia del Priorato de Sion, se presentan dos versiones dependiendo de la validez que se le atribuya a los escritos del priorato y a la palabra de Pierre Plantard. De este modo se describe la historia de este priorato de las siguientes maneras:
La historia según los escritos del Priorato de Sion y sus partidarios [editar]
Según el artículo I.c del original de 1956 de los Estatutos del Priorato de Sión, la asociación adoptó ese nombre de una montaña cercana a la ciudad francesa de Annemasse, llamada Sion. El objetivo de esta logia iniciática era un movimiento vanguardista dedicado a la restauración de la nobleza y la monarquía en Francia, mediante los derechos de realeza de Pierre Plantard.
Para ello, Pierre Plantard indicaba estos hechos y derechos mediante unos pergaminos que según los partidarios, serían los que el padre Bérenger Saunière había descubierto mientras arreglaba su iglesia. Entre estos documentos indicó la existencia de un linaje legendario del Priorato de Sión, supuestamente surgido de los restos de la Orden de Sión, que había sido fundada en Jerusalén durante la Primera Cruzada por Godofredo de Bouillon. Así con estos documentos pretendían mostrar la supervivencia de la dinastía merovingia de los reyes francos.
Los partidarios más cercanos a la idea de la existencia real del Priorato, se basan en los siguientes argumentos:
1 hay una lista de Grandes Maestres ilustres (mirar más abajo). Ello indicaría que la Orden de Sión tendría una larga historia que comenzaría con la creación de los Caballeros Templarios y sus frentes militar y financiero.
2 se dice que tuvo un importante papel en la promoción del mito del "río oculto de esoterismo", el Alph, en la Europa medieval.
3 se jura reinstaurar la dinastía Merovingia, que gobernó el reino Franco de 447 a 751 d.C., en los tronos de Europa y Jerusalén.
4 la orden protegería a esta dinastía real porque según la doctrina de la orden, la dinastía Merovingia son los descendientes directos de Jesús y su esposa María Magdalena.
No confundir con la Orden de Sión, fundada por los templarios; del cual el priorato pretende indicar ser sucesor de ésta.
Al analizar la historia del Priorato de Sion, se presentan dos versiones dependiendo de la validez que se le atribuya a los escritos del priorato y a la palabra de Pierre Plantard. De este modo se describe la historia de este priorato de las siguientes maneras:
La historia según los escritos del Priorato de Sion y sus partidarios [editar]
Según el artículo I.c del original de 1956 de los Estatutos del Priorato de Sión, la asociación adoptó ese nombre de una montaña cercana a la ciudad francesa de Annemasse, llamada Sion. El objetivo de esta logia iniciática era un movimiento vanguardista dedicado a la restauración de la nobleza y la monarquía en Francia, mediante los derechos de realeza de Pierre Plantard.
Para ello, Pierre Plantard indicaba estos hechos y derechos mediante unos pergaminos que según los partidarios, serían los que el padre Bérenger Saunière había descubierto mientras arreglaba su iglesia. Entre estos documentos indicó la existencia de un linaje legendario del Priorato de Sión, supuestamente surgido de los restos de la Orden de Sión, que había sido fundada en Jerusalén durante la Primera Cruzada por Godofredo de Bouillon. Así con estos documentos pretendían mostrar la supervivencia de la dinastía merovingia de los reyes francos.
Los partidarios más cercanos a la idea de la existencia real del Priorato, se basan en los siguientes argumentos:
1 hay una lista de Grandes Maestres ilustres (mirar más abajo). Ello indicaría que la Orden de Sión tendría una larga historia que comenzaría con la creación de los Caballeros Templarios y sus frentes militar y financiero.
2 se dice que tuvo un importante papel en la promoción del mito del "río oculto de esoterismo", el Alph, en la Europa medieval.
3 se jura reinstaurar la dinastía Merovingia, que gobernó el reino Franco de 447 a 751 d.C., en los tronos de Europa y Jerusalén.
4 la orden protegería a esta dinastía real porque según la doctrina de la orden, la dinastía Merovingia son los descendientes directos de Jesús y su esposa María Magdalena.
La Espada y La Cruz
Nacido con precarios medios, el Temple llegó a convertirse en una
multinacional con innumerables propiedades, que financiaba las más
variadas empresas y, llegado el caso, prestaba dinero a los reyes. Casi
con toda seguridad, esa riqueza tuvo su base en una provechosa
inversión de los bienes y en una administración meticulosa, sin lucro
personal, puesto que sus miembros tenían voto de pobreza, sin
embargo son muchos los que han atribuido tal poder económico a que
practicaban la transmutación alquímica de metales ordinarios en oro.
No parece muy verosímil, pero si lo es que se sirviesen de la alquimia
con otros fines, incluso resultaría absurdo que no lo hubieran hecho,
puesto que, además de para conseguir la quien sabe si quimérica
“piedra filosofal”, era una práctica común para obtener todo tipo de
elixires y remedios. La presencia de numerosas plantas importadas
creciendo libremente en los alrededores de algunas ruinas templarias
en España revela su gran interés por la botánica, y el que muchas de
ellas posean poderes alucinógenos no debe atribuirse a la casualidad.
Es obvio que conocían las propiedades de esas plantas y que las cultivaban
para su elaboración y consumo.No estamos refiriéndonos a una secta
de lunáticos, sino a una orden religiosa sui géneris que conciliaba lo
militar y lo económico con lo místico, por lo que es lógico deducir
que utilizaban las drogas como medio para alcanzar estados alterados
de conciencia y propiciar el Éxtasis; ni más ni menos que como otros
muchos vienen haciendo en todas las latitudes y desde tiempo inmemorial.
Otra de las características que sugieren la conexión del Temple con
saberes esotéricos es la elección de los lugares para levantar sus iglesias
y castillos. La experiencia ha venido a demostrar que allí donde existe
una construcción templaria hubo en tiempos pretéritos un santuario
pagano o es zona que desde antiguo se asocia con lo extraordinario.En
uno de los libros de la colección, Juan Ignacio Cuesta se ocupa de los
“lugares de poder”, así que no me extenderé en ello, pero parece clara
la relación de determinados enclaves, ya sea por razones telúricas o de
otro tipo, con la espiritualidad, como si en ellos se dieran circunstancias
que afectan sutilmente al cerebro, favoreciendo esos estados alterados
de conciencia a los que antes aludía. También la propia arquitectura
que caracteriza a sus edificios sugiere el uso de la llamada “geometría
sagrada”, que, desde Pitágoras y aún antes, busca plasmar en medidas
y proporciones la armonía o el orden que se esconde detrás de todo lo
creado.
Lo hasta ahora expuesto cae dentro de lo razonable, son deducciones
basadas en lo tangible, suficientes por sí mismas para justificar el
carácter legendario de la orden, pero, sin duda, hubo mucho más. El
juramento de secreto que suscribían los caballeros y que ellos llevaron
hasta sus últimas consecuencias, hace difícil, sino imposible, que
lleguemos a saber más sobre la naturaleza de sus ceremonias y el grado
de heterodoxia con que concibieron el cristianismo.Por lo demás,dudo
que el nivel de sus conocimientos estuviese por encima del de otros
grupos místico-ocultistas de la época y que poseyeran los grandes
poderes que otros les atribuyen, de haber sido así, los templarios no
habrían tenido tan miserable final.El gallo, símbolo solar que anuncia la salida del astro rey, representa
la resurrección de Cristo y en la Alquimia evoca al mercurio. De
procedencia Gnóstica, aparece en uno de los sellos de los caballeros
templarios, con pies en forma de serpiente, junto a la siguiente
inscripción: Secretum Templi.En la iglesia templaria de la Veracruz, de Segovia, o en la de San Baudelio,
de Berlanga, puede verse una columna central que se abre en forma
de palmera cuyas hojas se convierten en las nervaduras de la bóveda.
No cabe duda de que el Temple conocía perfectamente que estas formas
arquitectónicas no tenían simplemente una función ornamental.
multinacional con innumerables propiedades, que financiaba las más
variadas empresas y, llegado el caso, prestaba dinero a los reyes. Casi
con toda seguridad, esa riqueza tuvo su base en una provechosa
inversión de los bienes y en una administración meticulosa, sin lucro
personal, puesto que sus miembros tenían voto de pobreza, sin
embargo son muchos los que han atribuido tal poder económico a que
practicaban la transmutación alquímica de metales ordinarios en oro.
No parece muy verosímil, pero si lo es que se sirviesen de la alquimia
con otros fines, incluso resultaría absurdo que no lo hubieran hecho,
puesto que, además de para conseguir la quien sabe si quimérica
“piedra filosofal”, era una práctica común para obtener todo tipo de
elixires y remedios. La presencia de numerosas plantas importadas
creciendo libremente en los alrededores de algunas ruinas templarias
en España revela su gran interés por la botánica, y el que muchas de
ellas posean poderes alucinógenos no debe atribuirse a la casualidad.
Es obvio que conocían las propiedades de esas plantas y que las cultivaban
para su elaboración y consumo.No estamos refiriéndonos a una secta
de lunáticos, sino a una orden religiosa sui géneris que conciliaba lo
militar y lo económico con lo místico, por lo que es lógico deducir
que utilizaban las drogas como medio para alcanzar estados alterados
de conciencia y propiciar el Éxtasis; ni más ni menos que como otros
muchos vienen haciendo en todas las latitudes y desde tiempo inmemorial.
Otra de las características que sugieren la conexión del Temple con
saberes esotéricos es la elección de los lugares para levantar sus iglesias
y castillos. La experiencia ha venido a demostrar que allí donde existe
una construcción templaria hubo en tiempos pretéritos un santuario
pagano o es zona que desde antiguo se asocia con lo extraordinario.En
uno de los libros de la colección, Juan Ignacio Cuesta se ocupa de los
“lugares de poder”, así que no me extenderé en ello, pero parece clara
la relación de determinados enclaves, ya sea por razones telúricas o de
otro tipo, con la espiritualidad, como si en ellos se dieran circunstancias
que afectan sutilmente al cerebro, favoreciendo esos estados alterados
de conciencia a los que antes aludía. También la propia arquitectura
que caracteriza a sus edificios sugiere el uso de la llamada “geometría
sagrada”, que, desde Pitágoras y aún antes, busca plasmar en medidas
y proporciones la armonía o el orden que se esconde detrás de todo lo
creado.
Lo hasta ahora expuesto cae dentro de lo razonable, son deducciones
basadas en lo tangible, suficientes por sí mismas para justificar el
carácter legendario de la orden, pero, sin duda, hubo mucho más. El
juramento de secreto que suscribían los caballeros y que ellos llevaron
hasta sus últimas consecuencias, hace difícil, sino imposible, que
lleguemos a saber más sobre la naturaleza de sus ceremonias y el grado
de heterodoxia con que concibieron el cristianismo.Por lo demás,dudo
que el nivel de sus conocimientos estuviese por encima del de otros
grupos místico-ocultistas de la época y que poseyeran los grandes
poderes que otros les atribuyen, de haber sido así, los templarios no
habrían tenido tan miserable final.El gallo, símbolo solar que anuncia la salida del astro rey, representa
la resurrección de Cristo y en la Alquimia evoca al mercurio. De
procedencia Gnóstica, aparece en uno de los sellos de los caballeros
templarios, con pies en forma de serpiente, junto a la siguiente
inscripción: Secretum Templi.En la iglesia templaria de la Veracruz, de Segovia, o en la de San Baudelio,
de Berlanga, puede verse una columna central que se abre en forma
de palmera cuyas hojas se convierten en las nervaduras de la bóveda.
No cabe duda de que el Temple conocía perfectamente que estas formas
arquitectónicas no tenían simplemente una función ornamental.
Alejandro González
Los Druidas
Los druidas se dividían en 5 categorías:
Vacíos: Se ocupaban de los sacrificios, ofrendas y de interpretar los dogmas de la religión.
Sarónidos: Instruían a los jóvenes.
Bardos: Poetas, oradores y músicos.
Adivinos: Predicción
.Casuísticos: Jueces.
Las jerarquías druídicas han sido, sin duda alguna, los cargos más relevantes de la cultura celta, si no en poder, al menos sí en su influencia sobre el resto de nuestra población, ya que sus integrantes de mayor rango (los druidas) además de sacerdotes, podían actuar como jueces, ocupando con frecuencia el lugar de los brehones, y sus consejos y dictámenes eran muy apreciados y respetados por todos los estamentos sociales, incluida la nobleza.Los druidas, como sacerdotes y sabios, jugaban un papel fundamental en todas las comunidades celtas de Irlanda, Britania, Bretaña y las Galias.
La mayoría de la información que se dispone sobre los druidas, proviene de fuentes romanas, ya que los sacerdotes celtas desdeñaban la escritura y transmitían su enseñanza a través de la palabra, por tradición oral.
Se dice que establecieron una teocracia, llegando a manejar en cierto momento de la historia las decisiones y actitudes de los reyes.
Los druidas se reunían en las arboledas sagradas, preferiblemente en arboledas de robles y se dice que hacían una asamblea anual en el bosque de los Carnutos, del cual se sospecha que estaría ubicado al norte de Dublín, donde existe el agrupamiento de robles más grande del mundo.
Los druidas como tal eran los sacerdotes de los antiguos celtas.
Cuidaban del culto divino, ofrecían los sacrificios públicos y privados; hacían de jueces en la mayoría de las querellas.
Practicaban la adivinación por el vuelo de las aves y los movimientos convulsivos de los prisioneros, sacrificados con tal fin.
Desarrollaron un sistema de Conocimiento de la personalidad relacionando la posición de las estrellas en la fecha de nacimiento con los árboles sagrados de su religión druídica.
Los druidas conocían a la perfección los secretos de estas criaturas vegetales y se inspiraban en la magia arbolaria estacional para crear un horóscopo que ayudaba al hombre a conocer su carácter. ¿Quienes eran?Pero eran los sacrificios humanos los que constituían uno de los rasgos principales de sus fiestas.
Las víctimas eran empaladas, aseteadas o quemadas vivas dentro de grandes jaulas de mimbre.
Los emperadores romanos reprimieron enérgicamente estas costumbres.
Creían en la transmigración individual, que dentro de la metempsicosis significa pasar una alma de un cuerpo a otro.
Consideraban sagrados el roble y el muérdago, que cortaban con una hoz de oro, revestidos de blanco y coronados de hojas de roble.
Eran maestros de la nigromancia (adivinación del futuro evocando a los muertos) y de las artes ocultas, y practicaban el hipnotismo.CEREMONIAS DE INICIACION
Es importante recalcar la orientación chamánica de la tradición druídica, lo que, como en toda comunidad de este tipo, implica necesariamente una ceremonia de iniciación, tres en este caso.
El sentido de estos “ritos de pasaje”, es darle al aspirante la oportunidad de cambiar su forma de percibir el mundo.
En sí el rito abre ciertas puertas internas que el discípulo no ha podido abrir por sí mismo, dándole el ritual las sensaciones y estados de conciencia con los cuales se convertirá en bardo, vate o druida.Como se explicaba anteriormente los bardos son los poetas, y es el primer escalón del aspirante a druida.
En esta etapa se trabaja el arte, activando el hemisferio cerebral derecho, trabajando en los mundos internos, el mundo de los sueños, los contactos con la naturaleza, la impregnación de las fuerzas de la naturaleza, la canalización de las fuerzas, lo cual se hace a través de la poesía, la música, u otro tipo de arte.Es una etapa de madurez, en la cual el discípulo se va encontrando con sus propias fuerzas, tratando de reconocer que es una individualidad sagrada, el pequeño uno, que debe despertar como parte del juego cósmico de la vida.
Es también una puesta a punto para el siguiente grado, en el cual tendrá que comenzar a trabajar con sus propias fuerzas.
En el grado de vate, el discípulo ya conoce más de sí mismo, trabaja más con sus propias fuerzas, debe conocer el arte de la adivinación, las mancias, el arte invocativo, el manejo directo de energía, aprendiendo a trabajar con su sola voluntad, intensificando su propia magia.
Ya cuando llega a druida, el discípulo se convierte en maestro, pudiendo ingresar voluntariamente a los mundos internos, manejar concientemente la energía, intervenir en asuntos humanos con el objeto de cambiar ciertos acontecimientos, como ocurría cuando iban a la guerra.S obrevivió hasta el 500 D.C. Es por eso que la mitología precristiana irlandesa se conservó mejor que cualquier otra.César describió así el carácter y funciones de los druidas: Atienden el culto divino, realizan sacrificios públicos y privados y explican asuntos de religión; casi todas las querellas públicas o privadas caen dentro de su jurisdicción; y cuando se comete algún delito, cuando se perpetra algún asesinato, cuando surge alguna controversa sobre cuestiones de herencias o límites de tierra, actúan también de jueces.
Fijan los premios o castigos; si un individuo particular o público desobedece sus decretos, es excluido de los sacrificios, máximo castigo para ellos.
Los druidas poseen un jefe, que goza de la más alta autoridad entre ellos.
Cuando éste muere, lo sustituye el que más jerarquía tenía entre los restantes.
En ocasiones es necesario recurrir a una votación entre druidas y, en casos raros, se van a las armas.Durante una estación del año se reúnen los druidas en el país de Chartres, considerado centro de toda la Galia y lugar sagrado para ellos.
Durante la época de los romanos se le llamó Autricum y Carnatum.
Esta ciudad se encuentra a 80 Kms al SO de París y es famos por la catedral de Notredame, obra maestra de la arquitectura gótica.Los druidas tenían por sagrados el roble y el muérdago. Éste lo cortaba el oficiante con una hoz de oro, revestido de blanco y coronado con hojas de roble.
Los ramos recogidos de muérdago eran transportados después en un carro tirado por dos toros blancos.
Se cree que la palabra druida debe estar relacionada con daur, el nombre que los celtas le dábamos al roble.
Estrabón nos habla de sus aúreos collares y brazaletes así como de sus brocados de escarlata y oro.
Contaban el tiempo por noches en lugar de hacerlo por días y se atenían a un cielo cronológico de treinta años.
Existían también mujeres druidas que ayudaban en las ceremonias religiosas con los cuerpos teñidos de negro.
Los Celtas llamabamos también druidas a los hechiceros y magos de la tribu.
Las narraciones gaélicas se muestran acordes en presentarnos a estas gentes como maestras en nigromancia y ciencias ocultas.
Recitaban poemas mágicos para atraer o evitar las Tormentas. Conocían el hipnotismo, como lo demuestra la práctica de él.Presagiaban el futuro por la observación del estornudo y los agüeros, por los sueños habidos tras los festines rituales, por el graznido de los cuervos y el canto de reyezuelos domesticados.
El encantamiento de que se valió el druida Mailgenn para provocar la muerte de Cormac, rey de Irlanda, consistió sencillamente en introducir en el pan del monarca una espina de pescado, que produjo su asfixia.
La unidad de la religión druida se basa en que lo sobrenatural y natural no existían separados, no existe diferencia.
La religión era muy importante para la vida de todos los días. Los símbolos de la religión se encuentran en todas partes: los árboles, ríos, aves, lagos,... los montes en donde los dioses vivían.
Las estructuras para el culto incluían: piedras, lajas, piedras decoradas, piedras libres de pie (menhir), círculos de piedra, árboles, montes, ríos y lagos.
El Dolmen es un tipo de cámara prehistórica que consiste en dos o más inmensos bloques de piedra, o Megalitos, que soportan una piedra plana y alargada que funge de techo.
Muchos dólmenes están rodeados de megalitos.
Se piensa que fueron usados como altar o templos por los Druidas en sus rituales religiosos.
Estos son numerosos en Irlanda y Gales y en las áreas británicas de Devon y Corwall; en el noroeste de Francia y en España.
Aunque edificada en el Neolítico, Stonehenge, en la llanura de Salisbury, se cree que fue utilizada más tarde como templo druida.
Alejandro González
Alquimia Qabalistica
Una definición más adecuada para la Alquimia, pues abarca sus dos campos, es: "El Arte de la transmutación". Transmutar consiste en transformar algo en otra cosa que es de una naturaleza superior. En el campo material la antigua ciencia se consagró a la transmutación y purificación de las sustancias materiales, cambiando su carácter, exaltando sus cualidades, para llevarlas así a un estado más avanzado de evolución. De esta manera el alquimista llegó a crear productos que la naturaleza no habría engendrado por sus propios medios. En el plano espiritual los alquimistas hacían lo mismo, transmutando la naturaleza humana en naturaleza divina, significando esto el cambio de lo ilusorio a lo real, del inconsciente al consciente, de las tinieblas de la ignorancia a la luz de la verdad, de lo mortal a lo inmortal.
La transmutación, tanto física como espiritual, es consecuencia de la "elevación de las vibraciones". Una de las premisas de la Alquimia es la unidad de la materia, esto es, que todas las cosas están hechas de lo mismo. La física moderna, cuántica, comparte ese principio de unidad pues afirma que todo está formado por "energía radiante". Otra premisa compartida es que esa energía radiante o materia universal es inteligente. Lo concerniente a "elevación de vibraciones" consiste en que la energía o materia universal manifiesta grados superiores de inteligencia en la medida en que su propia frecuencia vibratoria se eleva.
Los alquimistas observaron que en la Naturaleza esa elevación de vibraciones es un proceso automático, pues las plantas toman del suelo y del agua minerales y los transmutan en células vegetales, las cuales son de un orden de inteligencia superior con respecto a las partículas minerales. Observaron que, ascendiendo en la escala evolutiva, los animales ingieren minerales y vegetales y transmutan esos alimentos en células animales, las cuales son de un orden de inteligencia superior con respecto a la partícula mineral y la célula vegetal. En la escala superior está el hombre, el que ingiere minerales, vegetales y animales y los transmuta en células humanas, las cuales son de un orden de inteligencia superior con respecto a las inteligencias de los reinos inferiores que le proveyeron el alimento. Hasta aquí ese proceso de elevación de vibraciones y de consciecia se da espontáneamente, pero los alquimistas intuyeron que había algo más que lograr pues el hombre podía transformarse así mismo, consiguiendo con ello elevarse de simple humano hasta la categoría de un ser superior capaz de expresar la semejanza con su Creador. Pitágoras, el sabio griego, llamó a los humanos que alcanzaron esa última condición "Miembros del Quinto Reino".
Elevar la condición humana es pues el propósito de la Alquimia en su campo interno, espiritual. En diversos escritos se llamó "El Niño Alquímico" a la materia sometida a transmutación por el Arte Regio o Alquimia. Los egipcios llamaron a ese niño Horus, el cual no es solamente hombre sino que es el Hombre-Dios. Sobre él se dijo lo siguiente: "El Niño Alquímico duerme en el reino mineral y en el vegetal comienza a soñar. En el reino animal sueña, algunas veces medio despierto. En el hombre despierta y comienza a comprender el significado de su vida. No obstante tiene un destino superior que realizar, la perfecta unión con su Padre".
En la transmutación antes explicada está implícita la premisa de que el hombre tiene dos naturalezas; una externa, humana, y otra interna, divina. Esta idea de la dualidad está presente en el sustantivo "persona", palabra de origen griego cuyo significado es "máscara", es decir, algo que oculta la verdadera identidad. El sustantivo sugiere que la naturaleza humana y externa del hombre esconde al verdadero Yo, la parte divina. La Alquimia asume que la personalidad es el vehículo que le permite al Espíritu morador expresarse en el mundo de las formas o plano físico. El propósito de la Alquimia Espiritual es el logro de un estado de la personalidad transmutado y perfeccionado. En un sentido figurado, el plomo de los alquimistas hace referencia a aquellos hombres y mujeres que andan por la vida extraviados, sin rumbo, al igual que las hojas movidas por el viento, ya que se perciben como unos esclavos de las circunstancias. Para ellos el miedo es su estado natural y por eso el mundo se les asemeja más a un calvario que a cualquier otra cosa. Ese mismo ser, por la operación del arte alquímico es transmutado en el oro, metal que simboliza a la personalidad regenerada, la que ahora conoce claramente cual es el sentido y el propósito de su existencia porqué encontró dentro de sí misma la sabiduría que le permitió asumir la regencia de sus circunstancias. Como consecuencia de lo anterior, seguridad y confianza son ahora estados permanentes y por ello transitan por la vida con alegría y dignidad, haciendo de sus mundos un paraíso.
Origen e Historia de la Alquimia (por si no leyeron los otros post)
Todas las tradiciones coinciden en atribuirle la paternidad de la Alquimia a Hermes Trimegisto, el inventor de todas las artes y ciencias de los egipcios. Es por ello que también se le llama Arte Hermético. Una versión mitológica acerca de su origen es que en los libros de Hermes sobre la Naturaleza se afirma que algunos ángeles, atraídos y subyugados por el amor hacia las mujeres de la tierra, descendieron a ésta y les enseñaron las obras de la naturaleza; los ángeles fueron expulsados del cielo y quedaron en la tierra, y como señales de su paso apareció la raza de los gigantes, que nacieron de su comercio con las mujeres terrestres, y un libro que contenía sus enseñanzas. Este libro se llama Kema o sea, la ciencia y el arte por excelencia. Esto lo dice Zózimo en su libro "Imuth", tratando los orígenes de la Alquimia. Egipto, Asiria y Babilonia, fueron la cuna de la Alquimia.
En sus comienzos la Magia, la Astrología y la Alquimia estuvieron mezcladas y cultivadas por unos mismos hombres, que formaban una sola Ciencia Sacerdotal, un solo cuerpo doctrinal con los conocimientos de Medicina, de las virtudes de las plantas y aun de las Matemáticas. Estas últimas fueron las primeras en separarse y formaron ciencia independiente; pero las primeras marcharon mucho tiempo unidas, hasta los mismos fines de la Edad Media. La tradición alquímica se extendió más allá de Egipto y Mesopotamia. Apareció en China y antes del siglo VI A. de J.C. hay vestigios de su presencia en la India. Se sostiene que Alejandría, en Egipto, fue propiamente la cuna de la Alquimia Occidental y que en su formación, ideas traídas a ese centro de cultura por instructores errantes procedentes de la India, Persia y China, se mezclaron con la magia egipcia, filosofía griega y la tradición esotérica hebrea (Qabalah).
Entre los emperadores romanos encontró la Alquimia mucha oposición. Alquimistas, astrólogos, magos y matemáticos eran considerados como embaucadores perjudiciales y fueron perseguidos. La expansión del pueblo árabe, cuando se adueñaron de Alejandría, fue un paso importante para su resurgimiento pues los árabes cultivaron la antigua ciencia con gran éxito y la hicieron progresar extraordinariamente en todos los países que ocuparon, especialmente en España, centro de su poderío en Europa. Posteriormente, los cruzados también fueron agentes importantes para la difusión del Arte Hermético en toda Europa.
La aparición de Teofrasto Paracelso, en el siglo XVI, con sus aplicaciones de la Alquimia a la disciplina de la Medicina ocasionó una revolución que llevó su fama por toda Europa. Después de Paracelso, el Arte Regio y el ardor de sus seguidores parecieron amortiguarse un poco, y con el fin del siglo XVIII desaparece, cediéndole su lugar a la Química. Ese ocaso solo sucedió en el campo externo y material de la Alquimia, pues en lo interno y espiritual su llama siempre ha permanecido encendida en las Escuelas de Misterios, herederas de las antiguas tradiciones iniciáticas.
La Gran obra
La Gran Obra es la operación secreta descrita en los libros de los verdaderos alquimistas. Esta es realmente una operación química, llevada a efecto bajo la dirección de la autoconsciencia del hombre. Comienza en la mente, pero es realizada por medio de cambios efectuados en su cuerpo físico y personalidad. A consecuencia de estos cambios, el operador llega a ser una nueva criatura, capaz de ejercer poderes que son desconocidos para el hombre promedio, tales como los expresados en la definición exotérica de la Alquimia. La Gran Obra es "la dirección de energía derivada de la esencia espiritual de acuerdo con las percepciones de una inteligencia despierta". Eliphas Levi, el gran mago del siglo XIX, dijo: "La Gran Obra es preeminentemente la creación del hombre por sí mismo, esto es, la plena y completa conquista que él hace de sus facultades y de su futuro".
La Piedra de los filósofos.
Al estado transmutado y perfeccionado de la personalidad humana se le llama "La Piedra de los Filósofos". Es por medio de esa personalidad transformada que el alquimista consigue el dominio sobre todas las formas y fuerzas del plano físico.
La Piedra de los Filósofos es un estado de consciencia que convierte a quien lo alcanza en un co-regente con Dios, por lo que su confección es la condición para ser un miembro del Quinto Reino. El sustantivo piedra, en lengua hebrea, es el símbolo literal para ese estado de la personalidad transmutado y perfeccionado. Su escritura se forma con las letras Alef-Bet-Nun, en la que las dos primeras ?? forman la palabra padre (Ab), y las dos últimas ?? hijo (Ben). De modo que "Piedra" designa "la unión del Padre y el Hijo", esto es, la unión consciente de las naturalezas divina y humana que coexisten en el hombre. Nota: La lengua hebrea se escribe y lee de derecha a izquierda. La confección de La Piedra Filosofal es uno de los temas que mayor cobertura tiene en la literatura hermética. Me valdré de una analogía para explicarte lo medular de ese trabajo interior. Todos los humanos tenemos una dimensión espiritual que es nuestro Yo más interno; la chispa divina que es el centro y esencia de nuestro ser. Supongamos que esta parte nuestra es como un disco que contiene el pensamiento de Dios, es decir, la verdad acerca de todo y, además, que ese disco está grabado en 33 revoluciones por minuto. Tenemos, por otra parte, una dimensión humana o personalidad conformada por mente, emociones y cuerpo físico. A esta última la voy a representar con un aparato tocadiscos, cuyo plato puede girar a una velocidad sujeta a graduación. El caso de la gente común es que el plato del tocadiscos gira a mucha menor revolución que las 33 en que está grabado el disco. Consecuencia: los mensajes del disco se distorsionan y lo que se reproduce es pensamiento erróneo. Mientras la personalidad vibra, gira, a bajas revoluciones, entonces el hombre se equivoca en lo concerniente al por qué, el para qué y el cómo de las cosas. Analógicamente, la confección de La Piedra de los Filósofos consiste en elevar gradualmente la velocidad a que gira el plato del tocadiscos hasta, finalmente, lograr las 33 revoluciones por minuto. En esta nueva condición el pensamiento del hombre reproduce con exactitud las ideas del Ser Supremo y, entonces, ese hombre o mujer puede decir, al igual que lo dijo Jesús: "Mi Padre y yo somos Uno".
Importantes Alquimistas
En opinión de Holmyard, el libro más antiguo sobre la Alquimia conocido fue escrito en Egipto por Bolo Demócrito alrededor del año 1.000 a. de C. HERMES TRIMEGISTO, Tres veces Grande, es reconocido como el padre de la Alquimia y es el nombre que los griegos dieron a Thot, divinidad de los egipcios, el creador de las artes y las ciencias. Los griegos creyeron también que podría tratarse de un personaje histórico, un antiguo rey de Egipto, autor de numerosos tratados esotéricos. En realidad los "Libros Herméticos" son los únicos testimonios que conocemos de lo que podría considerarse como filosofía egipcia. Esos libros, escritos en griego, pertenecen seguramente a algún autor de la época alejandrina, a un Egipto fuertemente helenizado y en vísperas de convertirse al Cristianismo. En las doctrinas herméticas encontramos una exposición filosófica, síntesis entre la egipcia, griega y judía, que en forma de revelación de Hermes, enseña una cosmogonía y una antropología semejantes en muchos puntos a las doctrinas gnósticas. Los libros de Hermes Trimegisto gozaron de gran autoridad durante los primeros siglos de la Iglesia.
Los doctores cristianos invocaban a menudo sus testimonios y ellos consideraban a Hermes como una especie de revelador inspirado. Sus escritos pasaban por monumentos auténticos de la antigua teología de los egipcios. Los eruditos del Renacimiento creyeron encontrar en los Libros de Hermes la fuente original de las iniciaciones órficas, de la filosofía de Pitágoras y de Platón. De los textos de Hermes el más famoso es la Tabla Esmeralda. Al parecer la Tabla se componía de dos columnas de mármol verde según algunos, o de una placa de esmeralda artificial según otros. Se han tejido muchas leyendas sobre su origen. Se la relaciona con el Diluvio y se piensa que fue hallada al final de éste en una gruta rocosa y que su texto, en caracteres fenicios, estaba grabado sobre una tabla esmeralda. La Tabla constituye una especie de discurso pronunciado por el propio Mercurio acerca de la manera como se lleva a cabo la Operación de la Piedra.
ZOSIMO DE PANOPOLIS. Escribe alrededor del año 200 de nuestra Era la primera enciclopedia sobre la Alquimia en 28 tomos, en los que recopila textos anteriores, de gran heterogeneidad y variedad, que no han llegado a nosotros. Zózimo moviliza a los metales como personajes y los carga de vitalidad, sometiéndolos a un proceso de transformación y dando como resultado unos textos en los que se une como en ninguno el espíritu con la materia.
GEBER. Máximo exponente de la alquimia árabe, se dice que fue el príncipe Omeya Khalid Ibn Yazid. Con su nombre aparecen diversos tratados que se refieren a muchas ciencias- Medicina, Astrología, Matemáticas, Música, Filosofía -, lo que ha hecho pensar que se trataba de la obra conjunta de un grupo con el sobrenombre de "Hermanos de la Pureza". De todas formas, los especialistas siguen considerando a Geber como un alquimista real y no como un mero nombre. Sus libros más famosos son "El libro de los hornos" y "La suma de la perfección". CALID. Alquimista árabe que vivió alrededor de los años 660 - 704 de nuestra Era. Sus obras más importantes son "El libro de las tres palabras" y "Secreto de la Alquimia".
MORIENUS. Alquimista alejandrino que vivió como eremita en Jerusalén y que después le enseñó al rey Calid los secretos de la Alquimia.
ROGER BACON (1211- 1294), ejemplo del alquimista clásico: hombre de gran erudición, viajero incansable y también varias veces perseguido y hecho prisionero. Perteneció a la Orden de los Franciscanos y estando encarcelado escribió su famosa obra "Opus Majus", la cual envió y dedicó al Papa Clemente IV. Murió en Oxford.
BERNARD TREVISAN. Debió vivir en la segunda mitad del siglo XIV y cuenta la leyenda que fue uno de los alquimistas que más dinero gastó en los experimentos. Y sin fruto. Pero, al parecer, después de más de 56 años de dedicación y haber dilapidado una fortuna, logró el éxito.
NICOLAS FLAMEL (1330 - 1418), francés, fue el arquitecto de la iglesia parisiense de St Jacques. Uno de los más famosos alquimistas y sobre el cual se ha tejido una leyenda sorprendente no sólo por su enriquecimiento repentino sino porque se le ha visto en dos ocasiones dos siglos después de su muerte. Flamel en su obra cuenta detalladamente como consiguió la Piedra Filosofal y la cuenta a través de un viaje posiblemente alegórico.
NICOLAS MELCHIOR CIBENENSIS, fue un capellán que en 1490 se hallaba en la corte del rey Vladislao II, rey de Hungría y de Bohemia. Tiene el mérito de haber sido uno de los primeros alquimistas en utilizar los símbolos de la doctrina cristiana para representar los procesos alquímicos; realizó un paralelismo entre la Misa y la Gran Obra.
WENCESLAO LAVINIUS DE MORAVIA. Vivió en el siglo XVI y fue uno de los herederos del esoterismo egipcio. Puso de manifiesto la necesidad de acomodar la realización de la obra alquímica a unas determinadas influencias astrales y planetarias.
ARNALDO DE VILLANUEVA (1245 - 1313), medico pontificio que nació en Valencia, España, y que fue uno de los grandes alquimistas del Medioevo. Aportó a la Obra elementos de origen qabalístico y fue maestro de Raimundo Lulio. Viajó y estudió mucho, y fruto de un intenso estudio de la Alquimia fue la consecución, según fuentes muy autorizadas, de la transmutación del metal en oro. Entre sus múltiples descubrimientos se encuentran los ácidos sulfúricos, nítrico, clorhídrico; perfeccionó, además, los métodos de destilación. Fue lumbrera de su siglo y una de las más fuertes columnas de la ciencia occidental.
RAIMUNDO LULIO (1235 - 1315), nació en Mallorca y se le llamaba "el Iluminado".Fue un caso sorprendente de fecundidad literaria a la vez con una vida intensa y azarosa, se le conocen 242 libros. En el año 1305 realiza una transmutación frente al rey Eduardo III. De padres ricos llevó una vida aparatosa hasta los 30 años en que, a causa de un desengaño amoroso, se entregó a la vida ascética. A la edad de 56 años concibió la idea de ir a predicar a los musulmanes, lo que hizo. Después predicó también la religión cristiana a los judíos. Muere lapidado por el pueblo musulmán.
JUAN BAUTISTA VAN HELMONT (1577 - 1644), fue un hombre versado en toda clase de ciencias - Química, Fisiología, Medicina. Seguidor ferviente de Paracelso y especialmente conocido porque fue quien empleó por vez primera la palabra "gas". Existen varios testimonios de transmutaciones que logró realizar.
HELVETIUS (1625 - 1709), su verdadero nombre era Johan Friederich Schweitzer y fue un hombre muy culto. Se destacó porque en vez de poner énfasis en la transmutación lo hizo en la búsqueda de la Piedra, que cura las enfermedades y procura la inmortalidad.
HENRY CORNELIUS (1436 -1535), llamado también Agrippa, un nombre que formó con el nombre de su ciudad natal: Colonia, antes Colonia Agriperia. Contemporáneo de Paracelso, para quien fue una autoridad qabalística fundamental, la vida de Agrippa se caracteriza por sus continuos viajes y su amplia erudición; era considerado una autoridad en Teología, Jurisprudencia y Medicina. Hizo sus primeros estudios en París y su obra cumbre fue "La Filosofía Oculta o la Magia", considerada como la primera enciclopedia conocida de ocultismo.
PARACELSO (1493 - 1541), su verdadero nombre era Aureolus Philipus Teofrastus Bombastus von Hohemheim y fue el alquimista de mayor renombre y prestigio. A los dos años, jugando con un cerdo queda eunuco de un mordisco. Este pormenor empieza a formar en él un carácter taciturno y colérico, pero al mismo tiempo audaz y estudioso. Critica a los médicos y realiza enormes adelantos para la medicina. En su categoría de hombre "puente" recopila todo el saber alquímico y ocultista de los siglos anteriores, llegándose a convertir en la mayor autoridad en estas ciencias. Ha sido frecuentemente estudiado, tanto por médicos, como por psicólogos, como por los Adeptos de las ciencias ocultas y especialmente la Alquimia.
BASILII VALENTIN, fue un monje perteneciente a la Orden Benedictina de San Pedro de Erfurt y vivió a principios del siglo XV. Al parecer este nombre sólo era un seudónimo que viene a significar "Rey Valiente", tras el cual se esconde como posible autor Johan Toide de Turinga. Su obra empezó a ver la luz a partir de 1602. Fulcanelli le reconoce como su maestro. Sus libros famosos son: "El Azot o modo de obtener el oro oculto de los filósofos", "El Carro Triunfal del Antimonio", "Doce llaves de la Filosofía", "La revelación de las Tinturas de los Siete Metales".
EL COSMOPOLITA, sobrenombre del alquimista escocés Alexander Seton, que viajó por toda Europa y realizó gran número de transmutaciones, de las que ha quedado constancia. Fue prendido en Dresde y torturado para que revelara el secreto de la proyección. Aunque fue salvado por su discípulo Sendivogio, falleció a causa de las heridas en 1604.
IRENEO FILALETEO (1622 - 1666), enigmático personaje que algunos identifican con el alquimista inglés Thomas Vaughan. Otros alquimistas prominentes fueron el abad Tritemio, de Maguncia; Isaac el Holandés (1408); Lambsprinck; los ingleses Thomas Norton y George Ripley
MEDITACION CON EL PENTAGRAMA
La Alquimia Qabalística hace del símbolo su principal medio para producir en la personalidad humana "la elevación de las vibraciones". Con tal propósito, las imágenes o símbolos se toman como foco de atención durante sesiones de meditación. Seguidamente, te doy unas recomendaciones para meditar y, además, una práctica para hacerlo con el Pentagrama, la estrella de cinco puntas, que es el símbolo para la consumación de La Gran Obra.
Debes disponer de un ambiente bien ventilado e iluminado, de día preferiblemente porque la observación nocturna de símbolos con frecuencia causa insomnio. Utiliza una silla que tenga espaldar recto, preferiblemente sin apoya brazos. Colócala frente a una mesa o escritorio y siéntate apoyando los pies sobre el piso, sin pegarlos, de manera que las rodillas formen ángulos rectos. Mantén tus manos colocadas sobre las rodillas o muslos y la espalda recta y sin tensión. Esta posición es llamada "faraónica" y es la propia de la tradición occidental.
Previamente habrás colocado en el escritorio o mesa un atril u otro objeto para colocar el (los) símbolo (s), de modo que lo (s) veas de frente, a un brazo de distancia aproximadamente. Cierra tus párpados y tomas ocho respiraciones suaves y profundas, de la siguiente manera: Inhalas por la nariz y llevas el aire directamente al abdomen, llenándolo. Luego contraes el abdomen para que el aire suba, lo retienes durante un instante y finalmente lo expulsas por la nariz. Trata de mantener durante la meditación una respiración profunda y rítmica. El estudio de esta lección deberás acompañarlo con la meditación sobre el Pentagrama. Lo observarás diariamente por lo menos una vez y durante 5 minutos. La estrella de cinco puntas, llamada también el Sello de Salomón, simboliza el triunfo del Espíritu sobre los elementos por medio de los cuales él manifiesta su actividad sobre el plano físico. También representa la regencia del hombre sobre su medio ambiente, mediante el control consciente.
La imagen tiene como trasfondo la idea de dominio. En el lenguaje secreto de los números el cinco se asocia con intermediación, de agencia. Pitágoras utilizó el Pentagrama como símbolo de unión de sus discípulos, representando a un hombre de pie con los brazos en cruz. La asociación del número cinco con esa figura humana resalta la verdad de que el hombre es el intermediario entre el cielo y la tierra, en otras palabras, que la personalidad es el instrumento a través del cual el Espíritu canaliza su poder creativo hacia el plano físico, para transformarlo. La observación del Pentagrama te ayudará a desarrollar y fortalecer el poder de determinación, esto es, la capacidad que tienes de regir tus emociones y circunstancias, para lo cual es preciso que venzas una serie de tendencias negativas, como el miedo, la pereza, la ensoñación, etc. Leonardo Da Vinci dijo: "OH Dios, Tu nos vendes todas las cosas por el precio de un simple esfuerzo".
La incorporación del Pentagrama en tu subconsciente, gracias a estas meditaciones, desarrollará en ti la firme y permanente disposición a realizar el esfuerzo que fuere necesario para vencer cualquier obstáculo que se interfiera con el propósito de elevar tu consciencia, ya que el signo representa el éxito en La Gran Obra. Nunca observes el Pentagrama invertido, con dos puntas hacia arriba, pues así representa la esclavitud del hombre ante las circunstancias de su entorno. Condición que es opuesta a la regencia que procuramos. Puedes observar y visualizar también el Pentagrama otras veces durante el día.
La transmutación, tanto física como espiritual, es consecuencia de la "elevación de las vibraciones". Una de las premisas de la Alquimia es la unidad de la materia, esto es, que todas las cosas están hechas de lo mismo. La física moderna, cuántica, comparte ese principio de unidad pues afirma que todo está formado por "energía radiante". Otra premisa compartida es que esa energía radiante o materia universal es inteligente. Lo concerniente a "elevación de vibraciones" consiste en que la energía o materia universal manifiesta grados superiores de inteligencia en la medida en que su propia frecuencia vibratoria se eleva.
Los alquimistas observaron que en la Naturaleza esa elevación de vibraciones es un proceso automático, pues las plantas toman del suelo y del agua minerales y los transmutan en células vegetales, las cuales son de un orden de inteligencia superior con respecto a las partículas minerales. Observaron que, ascendiendo en la escala evolutiva, los animales ingieren minerales y vegetales y transmutan esos alimentos en células animales, las cuales son de un orden de inteligencia superior con respecto a la partícula mineral y la célula vegetal. En la escala superior está el hombre, el que ingiere minerales, vegetales y animales y los transmuta en células humanas, las cuales son de un orden de inteligencia superior con respecto a las inteligencias de los reinos inferiores que le proveyeron el alimento. Hasta aquí ese proceso de elevación de vibraciones y de consciecia se da espontáneamente, pero los alquimistas intuyeron que había algo más que lograr pues el hombre podía transformarse así mismo, consiguiendo con ello elevarse de simple humano hasta la categoría de un ser superior capaz de expresar la semejanza con su Creador. Pitágoras, el sabio griego, llamó a los humanos que alcanzaron esa última condición "Miembros del Quinto Reino".
Elevar la condición humana es pues el propósito de la Alquimia en su campo interno, espiritual. En diversos escritos se llamó "El Niño Alquímico" a la materia sometida a transmutación por el Arte Regio o Alquimia. Los egipcios llamaron a ese niño Horus, el cual no es solamente hombre sino que es el Hombre-Dios. Sobre él se dijo lo siguiente: "El Niño Alquímico duerme en el reino mineral y en el vegetal comienza a soñar. En el reino animal sueña, algunas veces medio despierto. En el hombre despierta y comienza a comprender el significado de su vida. No obstante tiene un destino superior que realizar, la perfecta unión con su Padre".
En la transmutación antes explicada está implícita la premisa de que el hombre tiene dos naturalezas; una externa, humana, y otra interna, divina. Esta idea de la dualidad está presente en el sustantivo "persona", palabra de origen griego cuyo significado es "máscara", es decir, algo que oculta la verdadera identidad. El sustantivo sugiere que la naturaleza humana y externa del hombre esconde al verdadero Yo, la parte divina. La Alquimia asume que la personalidad es el vehículo que le permite al Espíritu morador expresarse en el mundo de las formas o plano físico. El propósito de la Alquimia Espiritual es el logro de un estado de la personalidad transmutado y perfeccionado. En un sentido figurado, el plomo de los alquimistas hace referencia a aquellos hombres y mujeres que andan por la vida extraviados, sin rumbo, al igual que las hojas movidas por el viento, ya que se perciben como unos esclavos de las circunstancias. Para ellos el miedo es su estado natural y por eso el mundo se les asemeja más a un calvario que a cualquier otra cosa. Ese mismo ser, por la operación del arte alquímico es transmutado en el oro, metal que simboliza a la personalidad regenerada, la que ahora conoce claramente cual es el sentido y el propósito de su existencia porqué encontró dentro de sí misma la sabiduría que le permitió asumir la regencia de sus circunstancias. Como consecuencia de lo anterior, seguridad y confianza son ahora estados permanentes y por ello transitan por la vida con alegría y dignidad, haciendo de sus mundos un paraíso.
Origen e Historia de la Alquimia (por si no leyeron los otros post)
Todas las tradiciones coinciden en atribuirle la paternidad de la Alquimia a Hermes Trimegisto, el inventor de todas las artes y ciencias de los egipcios. Es por ello que también se le llama Arte Hermético. Una versión mitológica acerca de su origen es que en los libros de Hermes sobre la Naturaleza se afirma que algunos ángeles, atraídos y subyugados por el amor hacia las mujeres de la tierra, descendieron a ésta y les enseñaron las obras de la naturaleza; los ángeles fueron expulsados del cielo y quedaron en la tierra, y como señales de su paso apareció la raza de los gigantes, que nacieron de su comercio con las mujeres terrestres, y un libro que contenía sus enseñanzas. Este libro se llama Kema o sea, la ciencia y el arte por excelencia. Esto lo dice Zózimo en su libro "Imuth", tratando los orígenes de la Alquimia. Egipto, Asiria y Babilonia, fueron la cuna de la Alquimia.
En sus comienzos la Magia, la Astrología y la Alquimia estuvieron mezcladas y cultivadas por unos mismos hombres, que formaban una sola Ciencia Sacerdotal, un solo cuerpo doctrinal con los conocimientos de Medicina, de las virtudes de las plantas y aun de las Matemáticas. Estas últimas fueron las primeras en separarse y formaron ciencia independiente; pero las primeras marcharon mucho tiempo unidas, hasta los mismos fines de la Edad Media. La tradición alquímica se extendió más allá de Egipto y Mesopotamia. Apareció en China y antes del siglo VI A. de J.C. hay vestigios de su presencia en la India. Se sostiene que Alejandría, en Egipto, fue propiamente la cuna de la Alquimia Occidental y que en su formación, ideas traídas a ese centro de cultura por instructores errantes procedentes de la India, Persia y China, se mezclaron con la magia egipcia, filosofía griega y la tradición esotérica hebrea (Qabalah).
Entre los emperadores romanos encontró la Alquimia mucha oposición. Alquimistas, astrólogos, magos y matemáticos eran considerados como embaucadores perjudiciales y fueron perseguidos. La expansión del pueblo árabe, cuando se adueñaron de Alejandría, fue un paso importante para su resurgimiento pues los árabes cultivaron la antigua ciencia con gran éxito y la hicieron progresar extraordinariamente en todos los países que ocuparon, especialmente en España, centro de su poderío en Europa. Posteriormente, los cruzados también fueron agentes importantes para la difusión del Arte Hermético en toda Europa.
La aparición de Teofrasto Paracelso, en el siglo XVI, con sus aplicaciones de la Alquimia a la disciplina de la Medicina ocasionó una revolución que llevó su fama por toda Europa. Después de Paracelso, el Arte Regio y el ardor de sus seguidores parecieron amortiguarse un poco, y con el fin del siglo XVIII desaparece, cediéndole su lugar a la Química. Ese ocaso solo sucedió en el campo externo y material de la Alquimia, pues en lo interno y espiritual su llama siempre ha permanecido encendida en las Escuelas de Misterios, herederas de las antiguas tradiciones iniciáticas.
La Gran obra
La Gran Obra es la operación secreta descrita en los libros de los verdaderos alquimistas. Esta es realmente una operación química, llevada a efecto bajo la dirección de la autoconsciencia del hombre. Comienza en la mente, pero es realizada por medio de cambios efectuados en su cuerpo físico y personalidad. A consecuencia de estos cambios, el operador llega a ser una nueva criatura, capaz de ejercer poderes que son desconocidos para el hombre promedio, tales como los expresados en la definición exotérica de la Alquimia. La Gran Obra es "la dirección de energía derivada de la esencia espiritual de acuerdo con las percepciones de una inteligencia despierta". Eliphas Levi, el gran mago del siglo XIX, dijo: "La Gran Obra es preeminentemente la creación del hombre por sí mismo, esto es, la plena y completa conquista que él hace de sus facultades y de su futuro".
La Piedra de los filósofos.
Al estado transmutado y perfeccionado de la personalidad humana se le llama "La Piedra de los Filósofos". Es por medio de esa personalidad transformada que el alquimista consigue el dominio sobre todas las formas y fuerzas del plano físico.
La Piedra de los Filósofos es un estado de consciencia que convierte a quien lo alcanza en un co-regente con Dios, por lo que su confección es la condición para ser un miembro del Quinto Reino. El sustantivo piedra, en lengua hebrea, es el símbolo literal para ese estado de la personalidad transmutado y perfeccionado. Su escritura se forma con las letras Alef-Bet-Nun, en la que las dos primeras ?? forman la palabra padre (Ab), y las dos últimas ?? hijo (Ben). De modo que "Piedra" designa "la unión del Padre y el Hijo", esto es, la unión consciente de las naturalezas divina y humana que coexisten en el hombre. Nota: La lengua hebrea se escribe y lee de derecha a izquierda. La confección de La Piedra Filosofal es uno de los temas que mayor cobertura tiene en la literatura hermética. Me valdré de una analogía para explicarte lo medular de ese trabajo interior. Todos los humanos tenemos una dimensión espiritual que es nuestro Yo más interno; la chispa divina que es el centro y esencia de nuestro ser. Supongamos que esta parte nuestra es como un disco que contiene el pensamiento de Dios, es decir, la verdad acerca de todo y, además, que ese disco está grabado en 33 revoluciones por minuto. Tenemos, por otra parte, una dimensión humana o personalidad conformada por mente, emociones y cuerpo físico. A esta última la voy a representar con un aparato tocadiscos, cuyo plato puede girar a una velocidad sujeta a graduación. El caso de la gente común es que el plato del tocadiscos gira a mucha menor revolución que las 33 en que está grabado el disco. Consecuencia: los mensajes del disco se distorsionan y lo que se reproduce es pensamiento erróneo. Mientras la personalidad vibra, gira, a bajas revoluciones, entonces el hombre se equivoca en lo concerniente al por qué, el para qué y el cómo de las cosas. Analógicamente, la confección de La Piedra de los Filósofos consiste en elevar gradualmente la velocidad a que gira el plato del tocadiscos hasta, finalmente, lograr las 33 revoluciones por minuto. En esta nueva condición el pensamiento del hombre reproduce con exactitud las ideas del Ser Supremo y, entonces, ese hombre o mujer puede decir, al igual que lo dijo Jesús: "Mi Padre y yo somos Uno".
Importantes Alquimistas
En opinión de Holmyard, el libro más antiguo sobre la Alquimia conocido fue escrito en Egipto por Bolo Demócrito alrededor del año 1.000 a. de C. HERMES TRIMEGISTO, Tres veces Grande, es reconocido como el padre de la Alquimia y es el nombre que los griegos dieron a Thot, divinidad de los egipcios, el creador de las artes y las ciencias. Los griegos creyeron también que podría tratarse de un personaje histórico, un antiguo rey de Egipto, autor de numerosos tratados esotéricos. En realidad los "Libros Herméticos" son los únicos testimonios que conocemos de lo que podría considerarse como filosofía egipcia. Esos libros, escritos en griego, pertenecen seguramente a algún autor de la época alejandrina, a un Egipto fuertemente helenizado y en vísperas de convertirse al Cristianismo. En las doctrinas herméticas encontramos una exposición filosófica, síntesis entre la egipcia, griega y judía, que en forma de revelación de Hermes, enseña una cosmogonía y una antropología semejantes en muchos puntos a las doctrinas gnósticas. Los libros de Hermes Trimegisto gozaron de gran autoridad durante los primeros siglos de la Iglesia.
Los doctores cristianos invocaban a menudo sus testimonios y ellos consideraban a Hermes como una especie de revelador inspirado. Sus escritos pasaban por monumentos auténticos de la antigua teología de los egipcios. Los eruditos del Renacimiento creyeron encontrar en los Libros de Hermes la fuente original de las iniciaciones órficas, de la filosofía de Pitágoras y de Platón. De los textos de Hermes el más famoso es la Tabla Esmeralda. Al parecer la Tabla se componía de dos columnas de mármol verde según algunos, o de una placa de esmeralda artificial según otros. Se han tejido muchas leyendas sobre su origen. Se la relaciona con el Diluvio y se piensa que fue hallada al final de éste en una gruta rocosa y que su texto, en caracteres fenicios, estaba grabado sobre una tabla esmeralda. La Tabla constituye una especie de discurso pronunciado por el propio Mercurio acerca de la manera como se lleva a cabo la Operación de la Piedra.
ZOSIMO DE PANOPOLIS. Escribe alrededor del año 200 de nuestra Era la primera enciclopedia sobre la Alquimia en 28 tomos, en los que recopila textos anteriores, de gran heterogeneidad y variedad, que no han llegado a nosotros. Zózimo moviliza a los metales como personajes y los carga de vitalidad, sometiéndolos a un proceso de transformación y dando como resultado unos textos en los que se une como en ninguno el espíritu con la materia.
GEBER. Máximo exponente de la alquimia árabe, se dice que fue el príncipe Omeya Khalid Ibn Yazid. Con su nombre aparecen diversos tratados que se refieren a muchas ciencias- Medicina, Astrología, Matemáticas, Música, Filosofía -, lo que ha hecho pensar que se trataba de la obra conjunta de un grupo con el sobrenombre de "Hermanos de la Pureza". De todas formas, los especialistas siguen considerando a Geber como un alquimista real y no como un mero nombre. Sus libros más famosos son "El libro de los hornos" y "La suma de la perfección". CALID. Alquimista árabe que vivió alrededor de los años 660 - 704 de nuestra Era. Sus obras más importantes son "El libro de las tres palabras" y "Secreto de la Alquimia".
MORIENUS. Alquimista alejandrino que vivió como eremita en Jerusalén y que después le enseñó al rey Calid los secretos de la Alquimia.
ROGER BACON (1211- 1294), ejemplo del alquimista clásico: hombre de gran erudición, viajero incansable y también varias veces perseguido y hecho prisionero. Perteneció a la Orden de los Franciscanos y estando encarcelado escribió su famosa obra "Opus Majus", la cual envió y dedicó al Papa Clemente IV. Murió en Oxford.
BERNARD TREVISAN. Debió vivir en la segunda mitad del siglo XIV y cuenta la leyenda que fue uno de los alquimistas que más dinero gastó en los experimentos. Y sin fruto. Pero, al parecer, después de más de 56 años de dedicación y haber dilapidado una fortuna, logró el éxito.
NICOLAS FLAMEL (1330 - 1418), francés, fue el arquitecto de la iglesia parisiense de St Jacques. Uno de los más famosos alquimistas y sobre el cual se ha tejido una leyenda sorprendente no sólo por su enriquecimiento repentino sino porque se le ha visto en dos ocasiones dos siglos después de su muerte. Flamel en su obra cuenta detalladamente como consiguió la Piedra Filosofal y la cuenta a través de un viaje posiblemente alegórico.
NICOLAS MELCHIOR CIBENENSIS, fue un capellán que en 1490 se hallaba en la corte del rey Vladislao II, rey de Hungría y de Bohemia. Tiene el mérito de haber sido uno de los primeros alquimistas en utilizar los símbolos de la doctrina cristiana para representar los procesos alquímicos; realizó un paralelismo entre la Misa y la Gran Obra.
WENCESLAO LAVINIUS DE MORAVIA. Vivió en el siglo XVI y fue uno de los herederos del esoterismo egipcio. Puso de manifiesto la necesidad de acomodar la realización de la obra alquímica a unas determinadas influencias astrales y planetarias.
ARNALDO DE VILLANUEVA (1245 - 1313), medico pontificio que nació en Valencia, España, y que fue uno de los grandes alquimistas del Medioevo. Aportó a la Obra elementos de origen qabalístico y fue maestro de Raimundo Lulio. Viajó y estudió mucho, y fruto de un intenso estudio de la Alquimia fue la consecución, según fuentes muy autorizadas, de la transmutación del metal en oro. Entre sus múltiples descubrimientos se encuentran los ácidos sulfúricos, nítrico, clorhídrico; perfeccionó, además, los métodos de destilación. Fue lumbrera de su siglo y una de las más fuertes columnas de la ciencia occidental.
RAIMUNDO LULIO (1235 - 1315), nació en Mallorca y se le llamaba "el Iluminado".Fue un caso sorprendente de fecundidad literaria a la vez con una vida intensa y azarosa, se le conocen 242 libros. En el año 1305 realiza una transmutación frente al rey Eduardo III. De padres ricos llevó una vida aparatosa hasta los 30 años en que, a causa de un desengaño amoroso, se entregó a la vida ascética. A la edad de 56 años concibió la idea de ir a predicar a los musulmanes, lo que hizo. Después predicó también la religión cristiana a los judíos. Muere lapidado por el pueblo musulmán.
JUAN BAUTISTA VAN HELMONT (1577 - 1644), fue un hombre versado en toda clase de ciencias - Química, Fisiología, Medicina. Seguidor ferviente de Paracelso y especialmente conocido porque fue quien empleó por vez primera la palabra "gas". Existen varios testimonios de transmutaciones que logró realizar.
HELVETIUS (1625 - 1709), su verdadero nombre era Johan Friederich Schweitzer y fue un hombre muy culto. Se destacó porque en vez de poner énfasis en la transmutación lo hizo en la búsqueda de la Piedra, que cura las enfermedades y procura la inmortalidad.
HENRY CORNELIUS (1436 -1535), llamado también Agrippa, un nombre que formó con el nombre de su ciudad natal: Colonia, antes Colonia Agriperia. Contemporáneo de Paracelso, para quien fue una autoridad qabalística fundamental, la vida de Agrippa se caracteriza por sus continuos viajes y su amplia erudición; era considerado una autoridad en Teología, Jurisprudencia y Medicina. Hizo sus primeros estudios en París y su obra cumbre fue "La Filosofía Oculta o la Magia", considerada como la primera enciclopedia conocida de ocultismo.
PARACELSO (1493 - 1541), su verdadero nombre era Aureolus Philipus Teofrastus Bombastus von Hohemheim y fue el alquimista de mayor renombre y prestigio. A los dos años, jugando con un cerdo queda eunuco de un mordisco. Este pormenor empieza a formar en él un carácter taciturno y colérico, pero al mismo tiempo audaz y estudioso. Critica a los médicos y realiza enormes adelantos para la medicina. En su categoría de hombre "puente" recopila todo el saber alquímico y ocultista de los siglos anteriores, llegándose a convertir en la mayor autoridad en estas ciencias. Ha sido frecuentemente estudiado, tanto por médicos, como por psicólogos, como por los Adeptos de las ciencias ocultas y especialmente la Alquimia.
BASILII VALENTIN, fue un monje perteneciente a la Orden Benedictina de San Pedro de Erfurt y vivió a principios del siglo XV. Al parecer este nombre sólo era un seudónimo que viene a significar "Rey Valiente", tras el cual se esconde como posible autor Johan Toide de Turinga. Su obra empezó a ver la luz a partir de 1602. Fulcanelli le reconoce como su maestro. Sus libros famosos son: "El Azot o modo de obtener el oro oculto de los filósofos", "El Carro Triunfal del Antimonio", "Doce llaves de la Filosofía", "La revelación de las Tinturas de los Siete Metales".
EL COSMOPOLITA, sobrenombre del alquimista escocés Alexander Seton, que viajó por toda Europa y realizó gran número de transmutaciones, de las que ha quedado constancia. Fue prendido en Dresde y torturado para que revelara el secreto de la proyección. Aunque fue salvado por su discípulo Sendivogio, falleció a causa de las heridas en 1604.
IRENEO FILALETEO (1622 - 1666), enigmático personaje que algunos identifican con el alquimista inglés Thomas Vaughan. Otros alquimistas prominentes fueron el abad Tritemio, de Maguncia; Isaac el Holandés (1408); Lambsprinck; los ingleses Thomas Norton y George Ripley
MEDITACION CON EL PENTAGRAMA
La Alquimia Qabalística hace del símbolo su principal medio para producir en la personalidad humana "la elevación de las vibraciones". Con tal propósito, las imágenes o símbolos se toman como foco de atención durante sesiones de meditación. Seguidamente, te doy unas recomendaciones para meditar y, además, una práctica para hacerlo con el Pentagrama, la estrella de cinco puntas, que es el símbolo para la consumación de La Gran Obra.
Debes disponer de un ambiente bien ventilado e iluminado, de día preferiblemente porque la observación nocturna de símbolos con frecuencia causa insomnio. Utiliza una silla que tenga espaldar recto, preferiblemente sin apoya brazos. Colócala frente a una mesa o escritorio y siéntate apoyando los pies sobre el piso, sin pegarlos, de manera que las rodillas formen ángulos rectos. Mantén tus manos colocadas sobre las rodillas o muslos y la espalda recta y sin tensión. Esta posición es llamada "faraónica" y es la propia de la tradición occidental.
Previamente habrás colocado en el escritorio o mesa un atril u otro objeto para colocar el (los) símbolo (s), de modo que lo (s) veas de frente, a un brazo de distancia aproximadamente. Cierra tus párpados y tomas ocho respiraciones suaves y profundas, de la siguiente manera: Inhalas por la nariz y llevas el aire directamente al abdomen, llenándolo. Luego contraes el abdomen para que el aire suba, lo retienes durante un instante y finalmente lo expulsas por la nariz. Trata de mantener durante la meditación una respiración profunda y rítmica. El estudio de esta lección deberás acompañarlo con la meditación sobre el Pentagrama. Lo observarás diariamente por lo menos una vez y durante 5 minutos. La estrella de cinco puntas, llamada también el Sello de Salomón, simboliza el triunfo del Espíritu sobre los elementos por medio de los cuales él manifiesta su actividad sobre el plano físico. También representa la regencia del hombre sobre su medio ambiente, mediante el control consciente.
La imagen tiene como trasfondo la idea de dominio. En el lenguaje secreto de los números el cinco se asocia con intermediación, de agencia. Pitágoras utilizó el Pentagrama como símbolo de unión de sus discípulos, representando a un hombre de pie con los brazos en cruz. La asociación del número cinco con esa figura humana resalta la verdad de que el hombre es el intermediario entre el cielo y la tierra, en otras palabras, que la personalidad es el instrumento a través del cual el Espíritu canaliza su poder creativo hacia el plano físico, para transformarlo. La observación del Pentagrama te ayudará a desarrollar y fortalecer el poder de determinación, esto es, la capacidad que tienes de regir tus emociones y circunstancias, para lo cual es preciso que venzas una serie de tendencias negativas, como el miedo, la pereza, la ensoñación, etc. Leonardo Da Vinci dijo: "OH Dios, Tu nos vendes todas las cosas por el precio de un simple esfuerzo".
La incorporación del Pentagrama en tu subconsciente, gracias a estas meditaciones, desarrollará en ti la firme y permanente disposición a realizar el esfuerzo que fuere necesario para vencer cualquier obstáculo que se interfiera con el propósito de elevar tu consciencia, ya que el signo representa el éxito en La Gran Obra. Nunca observes el Pentagrama invertido, con dos puntas hacia arriba, pues así representa la esclavitud del hombre ante las circunstancias de su entorno. Condición que es opuesta a la regencia que procuramos. Puedes observar y visualizar también el Pentagrama otras veces durante el día.
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Via Alquímica
"El secreto se protege a sí mismo y se basa en el espíritu y la práctica de la enseñanza".
Esto significaba que solo tras una práctica perseverante y honesta le era posible al estudiante alcanzar la tan ansiada Piedra Filosofal y que para que esta práctica fuese conducida por la senda correcta el Espíritu debía conservarse alerta, despierto y puro.
Con esta firme convicción iniciaron la propagación del conocimiento alquímico, con tanto éxito que consiguieron inocular en el alma colectiva, costumbres y cultura de sus naciones los principios y conceptos de la Gran Obra.
A través de una doctrina simple y directa se encargaron de que en cada generación existiese, al menos, un estudiante que asimilara correctamente la enseñanza y la perpetuara en el tiempo a la siguiente generación.
Habrá quienes estimen diferentes las escuelas alquímicas de oriente y occidente en lo relativo a sus metas u objetivos.
Discrepamos absolutamente con ellos. Consideramos a la Alquimia como una sola, sin importar si sus labores y esfuerzos se realizan en el plano macrocósmico o en el microcósmico.
Como es arriba es abajo, leemos en la Tabla Esmeralda, a lo cual nosotros ampliaríamos la idea agregando: Como es adentro es afuera, como es en el microcosmos es en el macrocosmos. Y estamos seguros que con ello no estaríamos violentando en absoluto este famoso principio hermético.
Esto significaba que solo tras una práctica perseverante y honesta le era posible al estudiante alcanzar la tan ansiada Piedra Filosofal y que para que esta práctica fuese conducida por la senda correcta el Espíritu debía conservarse alerta, despierto y puro.
Con esta firme convicción iniciaron la propagación del conocimiento alquímico, con tanto éxito que consiguieron inocular en el alma colectiva, costumbres y cultura de sus naciones los principios y conceptos de la Gran Obra.
A través de una doctrina simple y directa se encargaron de que en cada generación existiese, al menos, un estudiante que asimilara correctamente la enseñanza y la perpetuara en el tiempo a la siguiente generación.
Habrá quienes estimen diferentes las escuelas alquímicas de oriente y occidente en lo relativo a sus metas u objetivos.
Discrepamos absolutamente con ellos. Consideramos a la Alquimia como una sola, sin importar si sus labores y esfuerzos se realizan en el plano macrocósmico o en el microcósmico.
Como es arriba es abajo, leemos en la Tabla Esmeralda, a lo cual nosotros ampliaríamos la idea agregando: Como es adentro es afuera, como es en el microcosmos es en el macrocosmos. Y estamos seguros que con ello no estaríamos violentando en absoluto este famoso principio hermético.
Alejandro González
La Iniciación
"El objeto de la iniciación es reunir en el corazón el pensamiento voluntario y el amor y así, el hombre se iniciará en el reino interno, conscientemente. De esta manera el unico objeto de todas las iniciaciones del mundo es la conquista de si mismo, para que el hijo del hombre se convierta en el hijo de Dios y en Dios"
Alejandro González
No busquéis el camino en los otros,
en un lugar lejano;
el camino está bajo nuestros pies.
Ahora viajo solo…
Pero puede encontrarlo en todas partes;
ciertamente, él es ahora yo,
pero ahora yo no soy él.
Así también, cuando encuentro lo que encuentro,
Puedo obtener la verdadera libertad.
en un lugar lejano;
el camino está bajo nuestros pies.
Ahora viajo solo…
Pero puede encontrarlo en todas partes;
ciertamente, él es ahora yo,
pero ahora yo no soy él.
Así también, cuando encuentro lo que encuentro,
Puedo obtener la verdadera libertad.
(Tozan, undécimo patriarca Zen (807-869).
La Práctica Del Zen, deTaisen Deshimaru)
La Práctica Del Zen, deTaisen Deshimaru)
Conciencia y Vida
Antes de leer recordemos a Nietzsche, en mi opinión personal una mente maestra que tuvo sus errores como todos los tenemos pero que dejó cosas en claro como ningún otro se animó a hacerlo. "Dios a Muerto, viva el hombre", no confundan esta frase, el hombre nace con Dios, porque Dios es el Hombre. "Dios es yo, pero yo no soy él", no nos confundamos todo está en lo nosotros, lo que somos y lo que pretendemos ser.
Conciencia y Vida son idénticas; son dos nombres distintos de una misma cosa según se le mire interior o exteriormente. No hay vida sin conciencia; no hay conciencia sin vida. Cuando después de separarlas vagamente en el pensamiento, analizamos la distribución, advertimos que hemos llamado vida a la conciencia dirigida hacia el interior y conciencia a la vida dirigida hacia el exterior.
La conciencia de todas las cosas existentes en el tiempo y en el espacio es la Conciencia Universal, el Uno, llamado por los Hinduistas Brahmán, por los cristianos Dios, por los Persas Hormuzd, por los musulmanes Allah.
La conciencia contraída a determinado tiempo corto o largo y a determinado espacio dilatado o reducido es la conciencia individual de un ser concreto, el Señor de uno o varios Universos o de tal porción del Universo, según sea el poder de su conciencia. Así la porción del pensamiento Universal que una conciencia separada pueda asimilarse completamente y en que pueda infundir su propia realidad y la reconozca existente en si mismo, será su universo. A cada Universo le infunde su Señor una parte de su indestructible realidad aunque el universo queda limitado y dirigido por el pensamiento de su Superior, el Señor del Universo que en él existe como forma.
No hay muerte ni destrucción, sólo hay transformación: primero oruga, después crisálida y por fin mariposa। así el hombre es primero carnal, después mental y por fin espiritual.
Conciencia y Vida son idénticas; son dos nombres distintos de una misma cosa según se le mire interior o exteriormente. No hay vida sin conciencia; no hay conciencia sin vida. Cuando después de separarlas vagamente en el pensamiento, analizamos la distribución, advertimos que hemos llamado vida a la conciencia dirigida hacia el interior y conciencia a la vida dirigida hacia el exterior.
La conciencia de todas las cosas existentes en el tiempo y en el espacio es la Conciencia Universal, el Uno, llamado por los Hinduistas Brahmán, por los cristianos Dios, por los Persas Hormuzd, por los musulmanes Allah.
La conciencia contraída a determinado tiempo corto o largo y a determinado espacio dilatado o reducido es la conciencia individual de un ser concreto, el Señor de uno o varios Universos o de tal porción del Universo, según sea el poder de su conciencia. Así la porción del pensamiento Universal que una conciencia separada pueda asimilarse completamente y en que pueda infundir su propia realidad y la reconozca existente en si mismo, será su universo. A cada Universo le infunde su Señor una parte de su indestructible realidad aunque el universo queda limitado y dirigido por el pensamiento de su Superior, el Señor del Universo que en él existe como forma.
No hay muerte ni destrucción, sólo hay transformación: primero oruga, después crisálida y por fin mariposa। así el hombre es primero carnal, después mental y por fin espiritual.
Alejandro González.
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El Ser Humano: El Arquetipo
Cuando queremos tener una representación del ser humano es siempre la imagen de su cuerpo físico la que surge ante todo en nuestra mente, y sin embargo, vemos con un poco de reflexión [que] no hace más que albergar y manifestar al verdadero ser, al espíritu que lo gobierna.
"Es posible quitar millones de células del cuerpo físico, por ejemplo al cortar uno de los miembros, sin que por ello la unidad de la conciencia sufra el menor daño. El hombre intelectual que hay en nosotros es por sí mismo independiente de los órganos que son tan sólo apoyos y medios para su comunicación.
"No es menos cierto, sin embargo, que en nuestro estado actual nuestros órganos físicos nos son muy útiles y a veces indispensables para podernos remontar al plano de acción espiritual y de comprensión. Sin esta base totalmente física, nuestras deducciones tendrían el carácter vago y místico de las especulaciones estrictamente metafísicas.
"Pero un análisis superficial sólo puede llevarnos a confundir al hombre intelectual con el hombre orgánico, o a suponer la voluntad como completamente solidaria de la marcha de los órganos.
"En forma análoga, al plantearse el tema de Dios, en la mayoría de los casos se llega a uno de los excesos que habremos de señalar a propósito del hombre.
"El conjunto de los seres y las cosas existentes alberga y manifiesta la divinidad, como el cuerpo físico del hombre alberga y manifiesta a su espíritu. Pretender considerar a Dios sin apoyarse en todas sus manifestaciones físicas es correr el riesgo de perderse en las nubes de la metafísica, esa región incomprensible para la mayoría de las inteligencias. Será, pues, basándonos en la constitución humana, por un lado, y en la del Universo, por otro, que podremos intentar tener una idea de Dios.
"En el hombre hemos visto un ser físico, o más bien orgánico, que funciona en forma maquinal, igual durante la vigilia que en el sueño. Por encima de este ser orgánico hemos considerado otro, el ser intelectual que entra en acción al despertar y se manifiesta casi exclusivamente durante el estado de vigilia.
"La parte orgánica del ser humano responde a la idea que nos hemos formado de la Naturaleza. Es la misma fe [ley] determinista y regular la que dirige la marcha del hombre orgánico y la del Universo, este último formado por órganos cósmicos en vez de órganos humanos.
"El ser intelectual en el hombre se parece, aunque de una manera elemental, a la idea que nos podemos forjar de Dios. Las correspondencias entre el hombre físico y el hombre intelectual nos dan luces sobre las correspondencias entre la Naturaleza y Dios, en igual forma como aquellas que existen entre el ser psíquico y el espíritu del hombre, pueden iluminarnos analógicamente sobre aquellas entre el hombre y Dios.
"Por consiguiente, ahora podemos afirmar en principio que, si nuestra analogía es válida, Dios se manifiesta a la vez a través de la Humanidad y la Naturaleza, obrando en conjunto sobre estos dos grandes principios cósmicos y gozando, sin embargo, de una existencia propia e independiente.
"Pero la Unidad Primera, así concebida, no puede intervenir en la acción de las leyes naturales, así como la Mente consciente humana no interviene, en estado normal, en el funcionamiento del corazón ni en el del hígado.
"El hombre es el único creador y juez de su destino. Es libre de obrar a su antojo en el radio de acción de su fatalidad, lo mismo que el viajero de un tren o un buque puede moverse como quiera dentro de su cabina o compartimento. Dios no puede entonces ser cómplice de los fallos humanos, como el conductor del tren o el capitán del barco no son responsables de los antojos o caprichos de los viajeros que conducen hacia su destino.
"Debemos, pues, a fin de evitar errores en lo sucesivo, distinguir el hecho de que Dios, tal como nos aparece a primera vista, es el conjunto de todo cuanto existe, al igual que el ser humano es el conjunto de todos los órganos y facultades perceptibles en un primer momento. Pero el verdadero hombre, el Espíritu, es distinto de sus cuerpos físico y astral, y de su ser psíquico, a los cuales comprende y domina. Por lo mismo el Dios-Unidad es distinto de la Naturaleza y de la Humanidad, a las cuales comprende y domina. Hablando en una forma simplista, la Naturaleza es el cuerpo de Dios y la Humanidad es la Vida de Dios, como en el hombre el cuerpo material es el cuerpo orgánico, y sus cuerpos astral y psíquico constituyen los principios vitales, siempre en referencia al hombre-orgánico, no al hombre-espíritu, quien, como ya hemos dicho, no usa de estos principios sino como un medio de manifestación.
"Por otra parte, no es menos cierto que el espíritu del hombre está estrechamente relacionado, a través de sus sentidos internos, con la más pequeña parcela de su organismo, y aunque no obre directamente sobre ella, ésta puede manifestarse al espíritu por medio del sufrimiento o dolor físico. En la misma forma, Dios está presente, mediata o inmediatamente, en todos los rincones de la creación. El está en cada uno de nosotros así como la conciencia humana está presente, actuando como receptora o motora en cada una de nuestras células.
"La naturaleza y el hombre obran entonces libremente, completamente influenciados por la acción divina que impulsa al universo hacia el progreso, sin intervenir despóticamente sobre las leyes de la naturaleza o los actos humanos, en forma similar al capitán del barco que dirige el navío hacia su destino previsto sin intervenir en los detalles de la maquinaria motriz (imagen de la naturaleza), ni tampoco en las ocupaciones de los pasajeros. El capitán dirige globalmente todo el sistema y no se ocupa de aquello que sucede en el interior de los camarotes. Sin embargo, su acción se ejercerá, aunque no de forma directa:
1. Sobre la maquinaria, a través del portavoz;
2. Sobre los pasajeros, mediante los reglamentos de a bordo redactados por el mismo.
"En cábala, se llama Padre el principio divino que actúa sobre la marcha general del universo (acción rectora); Hijo, el principio que obra sobre la humanidad, y el Espíritu Santo aquel que ejerce su influencia sobre la naturaleza. Estos términos místicos indican, pues expresiones diversas de la fuerza creadora universal.
"El Universo, concebido como un todo animado, está compuesto por tres principios, que son: la naturaleza, el hombre y Dios, o, para usar el lenguaje de los hermetistas, el Macrocosmos, el Microcosmos y el Arquetipo.
"Sobre estos temas de la teodicea, el ocultismo se identifica en general con las doctrinas cabalísticas. ... Dios es concebido como un ser completamente personal y distinto a su creación, en la que está presente, a la manera que el hombre está presente en su cuerpo, sin perder su unidad.
"Por lo mismo, Dios se encuentra en nosotros. Es allí, y no en una región situada más allá de las nubes, donde debemos buscarle y encontrarle."
"Es posible quitar millones de células del cuerpo físico, por ejemplo al cortar uno de los miembros, sin que por ello la unidad de la conciencia sufra el menor daño. El hombre intelectual que hay en nosotros es por sí mismo independiente de los órganos que son tan sólo apoyos y medios para su comunicación.
"No es menos cierto, sin embargo, que en nuestro estado actual nuestros órganos físicos nos son muy útiles y a veces indispensables para podernos remontar al plano de acción espiritual y de comprensión. Sin esta base totalmente física, nuestras deducciones tendrían el carácter vago y místico de las especulaciones estrictamente metafísicas.
"Pero un análisis superficial sólo puede llevarnos a confundir al hombre intelectual con el hombre orgánico, o a suponer la voluntad como completamente solidaria de la marcha de los órganos.
"En forma análoga, al plantearse el tema de Dios, en la mayoría de los casos se llega a uno de los excesos que habremos de señalar a propósito del hombre.
"El conjunto de los seres y las cosas existentes alberga y manifiesta la divinidad, como el cuerpo físico del hombre alberga y manifiesta a su espíritu. Pretender considerar a Dios sin apoyarse en todas sus manifestaciones físicas es correr el riesgo de perderse en las nubes de la metafísica, esa región incomprensible para la mayoría de las inteligencias. Será, pues, basándonos en la constitución humana, por un lado, y en la del Universo, por otro, que podremos intentar tener una idea de Dios.
"En el hombre hemos visto un ser físico, o más bien orgánico, que funciona en forma maquinal, igual durante la vigilia que en el sueño. Por encima de este ser orgánico hemos considerado otro, el ser intelectual que entra en acción al despertar y se manifiesta casi exclusivamente durante el estado de vigilia.
"La parte orgánica del ser humano responde a la idea que nos hemos formado de la Naturaleza. Es la misma fe [ley] determinista y regular la que dirige la marcha del hombre orgánico y la del Universo, este último formado por órganos cósmicos en vez de órganos humanos.
"El ser intelectual en el hombre se parece, aunque de una manera elemental, a la idea que nos podemos forjar de Dios. Las correspondencias entre el hombre físico y el hombre intelectual nos dan luces sobre las correspondencias entre la Naturaleza y Dios, en igual forma como aquellas que existen entre el ser psíquico y el espíritu del hombre, pueden iluminarnos analógicamente sobre aquellas entre el hombre y Dios.
"Por consiguiente, ahora podemos afirmar en principio que, si nuestra analogía es válida, Dios se manifiesta a la vez a través de la Humanidad y la Naturaleza, obrando en conjunto sobre estos dos grandes principios cósmicos y gozando, sin embargo, de una existencia propia e independiente.
"Pero la Unidad Primera, así concebida, no puede intervenir en la acción de las leyes naturales, así como la Mente consciente humana no interviene, en estado normal, en el funcionamiento del corazón ni en el del hígado.
"El hombre es el único creador y juez de su destino. Es libre de obrar a su antojo en el radio de acción de su fatalidad, lo mismo que el viajero de un tren o un buque puede moverse como quiera dentro de su cabina o compartimento. Dios no puede entonces ser cómplice de los fallos humanos, como el conductor del tren o el capitán del barco no son responsables de los antojos o caprichos de los viajeros que conducen hacia su destino.
"Debemos, pues, a fin de evitar errores en lo sucesivo, distinguir el hecho de que Dios, tal como nos aparece a primera vista, es el conjunto de todo cuanto existe, al igual que el ser humano es el conjunto de todos los órganos y facultades perceptibles en un primer momento. Pero el verdadero hombre, el Espíritu, es distinto de sus cuerpos físico y astral, y de su ser psíquico, a los cuales comprende y domina. Por lo mismo el Dios-Unidad es distinto de la Naturaleza y de la Humanidad, a las cuales comprende y domina. Hablando en una forma simplista, la Naturaleza es el cuerpo de Dios y la Humanidad es la Vida de Dios, como en el hombre el cuerpo material es el cuerpo orgánico, y sus cuerpos astral y psíquico constituyen los principios vitales, siempre en referencia al hombre-orgánico, no al hombre-espíritu, quien, como ya hemos dicho, no usa de estos principios sino como un medio de manifestación.
"Por otra parte, no es menos cierto que el espíritu del hombre está estrechamente relacionado, a través de sus sentidos internos, con la más pequeña parcela de su organismo, y aunque no obre directamente sobre ella, ésta puede manifestarse al espíritu por medio del sufrimiento o dolor físico. En la misma forma, Dios está presente, mediata o inmediatamente, en todos los rincones de la creación. El está en cada uno de nosotros así como la conciencia humana está presente, actuando como receptora o motora en cada una de nuestras células.
"La naturaleza y el hombre obran entonces libremente, completamente influenciados por la acción divina que impulsa al universo hacia el progreso, sin intervenir despóticamente sobre las leyes de la naturaleza o los actos humanos, en forma similar al capitán del barco que dirige el navío hacia su destino previsto sin intervenir en los detalles de la maquinaria motriz (imagen de la naturaleza), ni tampoco en las ocupaciones de los pasajeros. El capitán dirige globalmente todo el sistema y no se ocupa de aquello que sucede en el interior de los camarotes. Sin embargo, su acción se ejercerá, aunque no de forma directa:
1. Sobre la maquinaria, a través del portavoz;
2. Sobre los pasajeros, mediante los reglamentos de a bordo redactados por el mismo.
"En cábala, se llama Padre el principio divino que actúa sobre la marcha general del universo (acción rectora); Hijo, el principio que obra sobre la humanidad, y el Espíritu Santo aquel que ejerce su influencia sobre la naturaleza. Estos términos místicos indican, pues expresiones diversas de la fuerza creadora universal.
"El Universo, concebido como un todo animado, está compuesto por tres principios, que son: la naturaleza, el hombre y Dios, o, para usar el lenguaje de los hermetistas, el Macrocosmos, el Microcosmos y el Arquetipo.
"Sobre estos temas de la teodicea, el ocultismo se identifica en general con las doctrinas cabalísticas. ... Dios es concebido como un ser completamente personal y distinto a su creación, en la que está presente, a la manera que el hombre está presente en su cuerpo, sin perder su unidad.
"Por lo mismo, Dios se encuentra en nosotros. Es allí, y no en una región situada más allá de las nubes, donde debemos buscarle y encontrarle."
G. Encausse
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